24 octubre, 2016

V Simposio Internacional del Centro Mundial de Estudios Humanistas

En el transcurso de la historia, el Ser Humano ha protagonizado múltiples revoluciones en numerosos campos.
Estos saltos no lineales se han producido en momentos en los cuales la organización social y los valores vigentes ya no dan respuesta a las necesidades de conjuntos humanos en crecimiento.
Esa es la situación en el momento actual a nivel mundial. El tema de la Revolución adquiere entonces una relevancia central.
Así es que, en todas las latitudes, se levanta el clamor por transformaciones profundas, al tiempo que surgen experiencias novedosas que anuncian futuros posibles.
De este modo, mientras la violencia en sus distintas expresiones física, económica, racial, religiosa, sexual, psicológica o moral continúa derramando dolor y sufrimiento, también emerge una nueva sensibilidad que afirma la compasión, la libertad, la diversidad, la creatividad, la convergencia, la conciencia ambiental, tomando el bienestar y la evolución del ser humano como eje central y a la noviolencia como metodología de acción y estilo de vida.
Estamos situados ante opciones claras: podemos dejarnos llevar por el transcurso mecánico de los acontecimientos, con la perspectiva probable de que crezca el absurdo y la destrucción, o podemos buscar darle un nuevo sentido intencional a los eventos, afirmando la posibilidad de construir un entorno social e interpersonal no violento. En esta elección intervendrá necesariamente la reflexión sobre las características de la conciencia activa e intencional del Ser Humano, para decidir entre determinismo y libertad, entre venganza o reconciliación, entre deshumanización o humanización crecientes, entre conservación o revolución.
Ante la manipulación y la censura que hoy aparecen ligadas a este término por parte de los formadores de opinión al servicio del poder, sostenemos la necesidad de una revolución social que modifique sustancialmente las condiciones de vida de los pueblos, una revolución política que transforme la estructura de poder vigente, una revolución cultural que valore las diversidades y afirme su convergencia entorno a una nueva escala de valores en la que el ser humano sea el valor central, una revolución interpersonal que permita un nuevo modo de relacionarse entre los seres humanos y una revolución espiritual que abra el horizonte de una renovada reflexión y experiencia sobre el sentido de la vida.
Esta revolución mundializada, noviolenta, inclusiva y abierta, donde lo diverso converge buscando lo común, parece hoy ya estar en marcha en el corazón, la imaginación y la acción de muchas personas y colectivos. Sus protagonistas somos los seres humanos, quienes transformando también nos transformamos.
El V Simposio del Centro Mundial de Estudios Humanistas nos convoca a reflexionar, a intercambiar visiones, a compartir experiencias sobre esta revolución necesaria y urgente.
Una revolución que, por propósito, por actor y a la vez por destinatario, podemos llamar “LA REVOLUCIÓN HUMANA NECESARIA”.

PROGRAMA SIMPOSIO




EL ARTE LIBERADOR


¿Cuál es la función que queremos rescatar del arte? Considerando que el arte no es sólo preocupación del "artista", ya que le pertenece al ser humano, es parte de cada uno de nosotros, de nuestra cultura y de nuestros pueblos. Sin duda que cumple con múltiples funciones. A quienes nos alienta el propósito de ir construyendo un nuevo mundo, a quienes vamos en busca de esa profundidad del ser humano, desde donde podemos diseñar e imaginar las aspiraciones más queridas, esas esperanzas de una vida plena, en todo eso, el arte nos acompaña siempre. Nos ha acompañado, nos acompaña y nos acompañará en el contacto profundo con nosotros mismos, y en el intento de lanzar los mejores sentimientos y búsquedas humanas. Porque el arte es compromiso, aquellos que dicen que el arte no debe tener compromiso se equivocan o mienten. Los seres humanos somos constructores de futuro, por tanto tenemos pleno derecho a afirmar que el arte tiene una función transformadora y liberadora de toda opresión y de todo sufrimiento.

Aceptemos su invitación a liberar nuestro cuerpo y permitir que sane toda herida, para que emerjan los mejores sentimientos. El arte nos muestra los caminos de la liberación personal a través del ritmo, la expresión, la palabra, el gesto y la emoción.


El arte convoca lo mágico que posee las mejores aspiraciones del ser humano y lo transforma en producción artística. Por ello el acto creativo está inmerso en una atmósfera cálida, ritual y no rutinaria. el arte nos hace respirar, torna la contradicción en alegría y afecto por el ser humano.